martes, 7 de febrero de 2012

Y tengo mis motivos para sonreír como si fuera un juego, tengo canciones que me hacen casi rozando el cielo. Aspiraciones por el suelo y tengo una maqueta con un título grabado en la nuca a fuego.







Chico, no me sirve que me entiendas, quítate la ropa que me salvas una noche. Y a sabiendas de que no sirve de nada darle vueltas, llorar me hace débil y gritarte no me renta. Doce veces cuento hasta sesenta y me quedan diez más, sigo en silencio casi dentro de mi hasta perder la cuenta, todo por el 'salvese quien pueda'. Claro que tengo dos mil secretos, escribir esto es la prueba. Quiero a los de siempre, joder, no a costumbres nuevas. Echo en falta ese verano y me agobia la primavera. Subir a lo más alto pero hermanos.


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