viernes, 20 de julio de 2012

Llegado ha este punto no hay nada lo suficientemente grande o fuerte para dañarme; es más, llegado a este punto solo recuerdo lo que un día fueron malas rachas. Será que he llegado a ser imperfectamente perfecta, o por lo menos he llegado a asumir que nada saldrá como quiero. No quiero retroceder, ni olvidar, ni mucho menos cambiar. Que a partir de ahora soy una bala perdida, sin norte ni sur. Soy yo contra todos, y todos contra el mundo. Soy eterna.