¿Mi vida? No es fácil de describir. No ha sido la experiencia
vertiginosa y espectacular que hubiera deseado, pero tampoco he vivido
oculto bajo tierra, como las ardillas. Supongo que podría compararse con
la Bolsa; relativamente estable, con más momentos buenos que malos y
una tendencia general al alza. Un buen negocio, un negocio afortunado, y
sé por negocio, un negocio afortunado, y sé por experiencia que no hay
mucha gente que pueda decir lo mismo. Pero no me interpreten mal. No soy
especial; de eso estoy seguro. Soy un hombre corriente, con
pensamientos corrientes, que ha llevado una vida corriente. No me
dedicarán ningún monumento y mi nombre pronto pasará al olvido, pero he
amado a otra persona con toda el alma, y eso, para mí, es más que
suficiente.
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