Que estoy contigo, en tus días buenos y en mis días malos. Estoy cuando los problemas sobrepasan, y cuando el que sobrepasa los problemas eres tú. Cambian cosas, o igual no cambia todo tanto. Tú sigues demostrándome, yo sigo aprendiendo algo de ti. Tú sigues sacándome sonrisas, esas que te debo.
Dicen que alguien llega a querer a una persona cuando se da cuenta de lo que sin ella no podría haber llegado a sentir, a aprender o a crecer. Dicen que los amigos están cerca y cuando no los ves también; que están pese a su mal humor o su bipolaridad; pese a su orgullo o su capacidad de escuchar poco. Dicen que cuando tienes un amigo es cuando has sabido aprender a ver sus mejores virtudes en sus peores defectos. No somos perfectos, ni tú ni yo ni lo que nos rodea; pero quiero seguir estando en lo bueno y en lo malo. Sé que no soy de las que demuestran que están ahí; y la verdad es que a pesar de todo tú siempre te lo has merecido. Que mi aprecio es incondicionable, no hay explicación. Hoy te agradezco estos años, estos momentos y estos enfados, te lo agradezco en presente y en pasado. Te lo agradezco hoy y confío en agradecerte esto mismo dentro de un año.
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