Cuántas cosas han cambiado: los lugares, las personas, incluso los
sentimientos. Antes todo estaba muy claro, todos éramos uno, no cabía
pensar en la individualidad, en el futuro, en lo que se aproximaba. Pero
ahora todo es distinto, a medida que avanza el tiempo todos crecemos,
avanzamos, vamos creando nuestro propio camino y soltándonos de todo lo
demás. A algunos les da miedo pensar que las cosas puedan cambiar,
porque no sabes lo que te espera ahí afuera, no sabes si te irá bien o
si por el contrario llegará un punto en que todo tu mundo se derrumbe y
ya no sepas cómo seguir.
Es hora de empezar a definirse, de encontrar lo que de verdad te apasiona, de aprovechar ahora antes de que cada uno vaya definitivamente por su camino, de no tener miedo a lo nuevo y de arriesgarse a alcanzar otros horizontes, de pensar cada uno un poco más en sí mismo y no en lo que vayan a pensar los demás, hay cosas que hay que hacer aunque estén mal simplemente porque tienes que hacerlas, porque tienes que hacerlas por ti mismo, porque sabes que lo necesitas, y no necesitas justificarte ante nadie.

De todas formas siempre he creído que si haces algo mal, si haces daño a alguien la vida te devolverá el golpe que ha recibido esa persona, te devolverá el error que has cometido; de una forma u otra, es inevitable. No se trata de hacer siempre buenas acciones ni tratar a todo el mundo como si fuera porcelana, porque a veces es necesario hacer daño… Opino que si tú te sientes bien contigo mismo, si te sientes bien con lo que te rodea, la vida te brindará nuevas y buenas oportunidades. Si por el contrario sientes que ya nada puede ir peor, que la vida es una mierda pues ahí es cuando te sorprendes y efectivamente aparece una desgracia detrás de otra. Es como si las personas fuéramos imanes capaces de atraer lo positivo o lo negativo de la vida según nuestra actitud ante ellas.
Cómo ha cambiado irremediablemente mi vida, sin esperar a que estuviera preparada, sin preguntar, me arrebata personas que jamás pensé que me abandonarían, me sitúa en medio de un montón de extraños, me revuelve las ideas y me venda los ojos dejándome en mitad de un mundo que no comprendo. Sólo espero que al final todo acabe en su sitio, que encuentre mi lugar, que esté con las personas a las que quiero, y que me quieren, porque en el fondo todo lo demás sobra. Espero que mi tren encuentre pronto la vía correcta, aunque sé que el camino no va a ser exactamente sencillo, todo se complica cada vez más y más… Sé que habrá baches, que no siempre la vida será dulce, pero al final todo esto merecerá la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario